DE LA CONFIANZA
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M.·.M.·. Heriberto
Béjar Pérez (Leónidas)
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QQ.·.HH.·.TT.·.
, De sobra sabéis como constructores que sois, que la unidad básica de toda
construcción son los bloques o ladrillos, los cuales dispuestos en un orden
determinado forma las paredes y estas determinan los cuartos, y finalmente el
edificio en su totalidad, pero, ¿podríais imaginar que esos bloques o ladrillos
simplemente se acomodaran en hilera uno sobre otro sin que hubiera algún
elemento que los uniera? ¿Podría una pared o un edificio ser estable con ese
tipo de muros? Me parece que resulta una obviedad la respuesta: ¡Desde luego
que no¡ contestaría la mayoría, es preciso usar algo que una los bloques o
ladrillos firmemente, cemento para no redundar más.
Así
como los ladrillos son la unidad fundamental de toda construcción, cada uno de
nosotros somos la unidad fundamental de toda agrupación humana, sea del tipo
que sea, (Religiosa, filosófica, política etc.), no es posible imaginar ninguna
agrupación sin la presencia de individuos que la conformen.
Y aquí
surge la interrogante para seguir el orden de ideas con que inicie este ensayo; a estas agrupaciones ¿Qué las une? Hay
varias respuestas, puede ser que estén unidos por sus deseos, sus sueños, sus
necesidades etc. Y que cada una por separado o en conjunto son el arrancador de
toda actividad social, sin embargo hay algo que con independencia de las
motivaciones enunciadas, permite que la obra se realice, que todos se mantengan
unidos fuertemente, que trascienda y que se formen instituciones de provecho
para la sociedad de que se trate, ese algo, mis hermanos, es a mi juicio, la
confianza.
Dentro
de las acepciones que el diccionario[i]
enuncia para esta palabra está la de tener una Esperanza firme en una persona o
cosa, confiar en alguien es depositar en
alguien sin más seguridad que la buena fe, la hacienda, un secreto u otra cosa.
¿De qué
manera cualquier agrupación (incluyendo las masónicas) puede lograr algo si no
hay confianza? ¿Puede un país lograr algo si no confía en sus instituciones?
¿Puede cualquiera de nosotros confiar en sus familiares, amistades, vecinos
etc. Si ellos reiteradamente nos demuestran con sus actos todo lo contrario?
¿Podemos confiar en un grupo donde sus integrantes no respetan las leyes, los acuerdos,
los juramentos? ¿Queréis conocer de
cerca una sociedad donde no hay confianza? Id a cualquier lugar donde haya
guerra, ahí la intriga, la mentira, la desconfianza, el odio, el miedo y la
desesperanza están a la orden del día.
¿Cómo
se siembra la confianza? La respuesta parece fácil, pero es algo que se hace
día a día durante toda una vida a veces, seamos honestos con nosotros mismos y
con el prójimo, no prometamos lo que no vamos a cumplir, no dejemos de hacer lo
que hemos ofrecido, seamos discretos, conservemos el secreto recibido, seamos
comprensivos y pacientes.
Ya decía
Samuel Smiles[ii]
: “Una persona ya es alguien cuando se sabe que se puede confiar en él, que si
dice que lo hace, lo hace, que si dice que sabe, lo sabe”.
Nuestra
augusta institución, machaconamente nos invita a ejercer las virtudes, se me
antoja única forma de tejer el entramado
social, donde reine la armonía y la confianza, si así se logra, las mejores páginas en el devenir
histórico de esas sociedades están por escribirse.
HH.·.
Os invito a ser líderes en vuestro entorno, enseñando con el ejemplo la grandísima
capacidad de infundir confianza.
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