El prefijo “ante” incluido en el título de este trazado, presupone una comparación; una comparación que por ser ante si mismo, constituye un acto de introspección. Ante todo habría que definer a que tipo de mason nos estamos refiriendo, ¿nos estamos refiriendo a cualquier persona que lo es por el solo hecho de pertenecer a la masoneria? En este caso habriamos de cambiar el título por uno diferente, por ejemplo: El profano ante la masoneria, puesto que parece evidente que la comparación se haria entre los valores de la masoneria y los que corresponden a la cultura general del profano. Pienso que en principio al ingresar a la masoneria, este tipo de confrontación se da en cada uno de nosotros, en tanto que asimilamos por conviccion libre y espontanea y no dogmatica los principios masónicos como pueden ser ( y la lista no es exhaustiva) la libertad, la tolerancia, la duda, el respeto, la fraternidad , el hábito de la reflexion, la paciencia , la prudencia y otras mas consideradas como virtudes, en otras palabras, confrontamos nuestros códigos de valores profanos con el de la masoneria y nos decimos o nos preguntamos ¿Realmente son mejores los valores que exalta la masoneria comparados contra los que se viven en el mundo profano? Como individuo ¿cambiaré para bien mio y de los mios, asi como de la sociedad de que formo parte? ¿Que gano y que pierdo al estar aquí? Habría que decir que los valores que exalta la masoneria, no se imponen dogmaticamente, se habla de ellos , se reflexiona sobre ellos, se compara, se definen sus consecuencias y siempre en un ambiente de libertad y respeto, si al profano que recien ha sido iniciado le ganan los prejuicios que trae consigo, o se resiste a abandoner la zona de comodidad que presupone hacer un acto de introspección para cuestionarse a si mismo en sus creencias previas, y se niega a la filosofia, entonces, lo mas probable es que en un corto plazo deje de acudir a las tenidas, aduciendo cualquier excusa personal o bien quiza despotrique contra la masoneria en su medio familiar o social. Conclusiones: Podriamos decir que se trata de una persona que es, como le dijeron que fuera, que acepta sus valores y creencias de forma dogmatica, sin reflexion, sin replicas, sin comparación, sin razonamientos, que bien podriamos considerar producto terminal de una cultura inmanente, rígida que no da lugar a la diversidad, la creatividad y la libertad, inmenso caldo de cultivo para facilitar la ignorancia, el totalitarismo, y la esclavitud por decir lo menos.
Pero asumamos ahora que la confrontación a que hemos aludido se da en una persona que ha aceptado por su propia voluntad, de manera libre, despues de profundas reflexiones y razonamiento, que los valores que se exaltan en la masoneria son buenos para el, para su familia, la sociedad en que vive y, porque no decirlo, para toda la humanidad, un mason pues, en sus creencias . En este caso, la comparación se da en los terminos que marcan las siguientes preguntas: ¿ Que virtudes me falta adquirir? ¿Que vicios me falta deshechar? ¿ De que tamaño es la brecha que existe entre lo que digo y lo que hago? ¿Que virtudes y vicios ostento actualmente? ¿ En que contradicciones caigo? ¿Cuales son las consecuencias de mis actos?
Si es honesto en sus respuestas y pone manos a la obra para renovarse y cambiar propositivamente, exigiendose a si mismo no caer en despropositos, ejerciendo su voluntad y su inteligencia con fuerza y vigor, pienso que ahi tendremos a un hombre que no es producto terminado, que esta abierto a lo nuevo, que es creativo, que sabe ser útil para si mismo y los demás, que reconoce que el trabajo es oportunidad de crecer y origen de su dignidad, que es respetuoso de su conciencia y la de las demas, que otorga a todos los mismos derechos que a si mismo se da, que da cumplimiento cabal a sus responsabilidades personales para no ser una carga social, que es respetuoso de la ley, que ve en cada dia de su vida un reto para construir y contribuir para que lo bueno que hemos recibido de las generaciones que nos precedieron, perdure, combatiendo lo malo y añadiendo lo que sea necesario para que lo que herede a quienes vienen despues, sea mejor que lo que recibio.
Si el mason a que nos estamos refiriendo logra cerrar la brecha entre lo que dice y hace con respecto a los valores que nuestra augusta Institución exalta , y consigue que sus pensamientos y sus obras se muestren sin diferencia, entonces, sera un hombre integro, que no requiere ser vigilado por instancia ajena alguna, ya que el y solo el, es el amo y señor de su destino, merecedor por derecho propio de otorgarle nuestra confianza y reconocerle una buena reputación .
Entonces nuestra Augusta Institución “exclamará” en sus principios, como si de una persona se tratase: ¡ He ahi mi obra!
Es cuanto.
