La sabiduria del Buho

Se ha dicho:

"Un búho viejo y sabio, se posó en un roble, mientras más veía menos hablaba, mientras menos hablaba más aprendía. ¿Porque no somos como esa ave vieja y sabia? "

Fuente: Eduard Hersey

Desde luego es una metáfora, puesto que los búhos no hablan, pero han sido señalados como el símbolo de la sabiduría, es el acompañante de minerva, diosa de la razón,  A esta ave como al sabio, ninguna cosa se le esconde por más encubierta que parezca, también es el símbolo de la filosofía.

Recordemos sus grandes ojos y su mutismo.
Ahora recordemos el silencio que se le pide al Aprendiz y por extensión a nosotros mismos porque todos somos eternos aprendices.

LOS DOS LENGUAJES

M.·.M.·. Leónidas

En cosas de andar y ver desde que fui iniciado en la masonería me ha sido común  escuchar de los hermanos  frases tales como: “La masonería es una sociedad filantrópica”, “La masonería es el estudio de la filosofía y en particular de la moral para conocer y practicar la virtud”, “Libertad, Igualdad, Fraternidad”, “Uno para todos, todos para uno”, “Estáis en la Masonería, pero ¿La masonería está en ti?”, “Masonería es amor”, “En masonería se practica la tolerancia”, “Salud, Fuerza y Unión”, “ Cavar pozos profundos a los vicios y edificar  catedrales a la virtud”  y en fin, podríamos decir muchas frases  más, que se dicen y se leen reiterativamente tratando de describir con esta y aquella frase el ambiente y el espíritu ideal de esta honrosa institución y en verdad que oyéndolas y leyéndolas uno cae en el embrujo de las situaciones ideales, el mundo al que aspiramos llegar y vivir. En ese viaje personal que he hecho en la masonería he visto y escuchado a  hermanos que  se llenan la boca con tales frases, y que sin  embargo, en los hechos, en su conducta,  dan lugar a pensar que son mentiras. El objetivo principal de este trazado es señalar las incongruencias.  Y aquí tenemos al hermano que haciendo uso de la voz, invita a los hermanos  a hacer masonería sin embargo en su conducta ha demostrado que no acude desde hace varios meses y no ha pagado sus capitas y no aporta trabajos. O aquel otro que dice que la masonería es amor y sin embargo en sus intervenciones no vacila en criticar o burlarse del hermano. Y que de aquel que proclama la libertad como un valor imprescindible en la masonería y sin embargo le niega al hermano la libertad que tiene de expresar a su manera los puntos de vista que tiene en este o a aquel asunto o critica los hábitos  que tiene. O aquel otro que acullá regaña al hermano porque no sabe, pero el mismo, al preguntar tiene necesidad de tener el libro abierto en su regazo para saber hacer la pregunta. Y que de aquel que teniendo frente a si a un hermano, adulto como el, con sus propias creencias y experiencias, lo regaña cual si se tratara de un niño, violando con ello el principio de tolerancia y respeto que en fraternidad se deben. O que me decís de aquel que en la vida profana es un auténtico caballero, respetuoso y prudente, y en  tenidas de iniciación se vuelve un auténtico “hombre verde” gritándole al postulante: ¡! CONTESTA! ¡¡ HABLA FUERTE¡¡ empujándolo o pinchándolo ( o golpeándolo) con la espada de canto (Como si la iniciación fuera una novatada más que un ritual con enseñanzas) porque así le enseñaron, olvidando que de lo sublime a lo ridículo solo hay un paso. Y aquí me detengo, señalo los hechos, no las personas (cualquier parecido es mera coincidencia) supongo que vosotros tendréis algunos ejemplos más. Sí, estamos hablando de aquel viejo aforismo de “ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”, quienes así actúan, se olvidan que más que las palabras (escritas o habladas) son los hechos los que nos definen, bien lo dijo el sublime Jesús:” Por sus frutos los conoceréis”. Son los dos lenguajes del hombre, el de decir y el de hacer, y habrá que admitir que no siempre hay congruencia entre ellos. Pienso que no hay lugar a que nos engañemos hermanos, el camino de la masonería es una batalla continua contra nuestro ego, entre lo que pensamos o decimos y nuestras incongruencias en los actos, es aspirar a crear un mundos mejor, dejándolo mejor que cuando lo encontramos, es  ser mejores cada uno de nosotros en comparación a cuando empezamos; en esa batalla es preciso usar con toda nuestra voluntad la espada de la honestidad y franqueza con nosotros mismos, tal como se preguntaba Platón:” ¿Seré yo acaso, lo mismo que critico? . Pero, me diréis: “No todos son así”. En efecto, es verdad, en la diversidad hay de todo, y desde luego no podemos omitir a los hermanos que son prudentes, reflexivos y respetuosos, pero…, agregaría yo, todo es cuestión de proporciones, se ha dicho: “Dios ayuda a los malos cuando son más que los buenos” y bien podemos invertirlo actuando en sentido inverso, esto es “Que Dios ayuda a los buenos cuando son más que lo malos”. Si bien no hay hermanos ni logias perfectas, a mi parecer,  me parece más conveniente  hacer lo necesario para  inclinar la balanza hacia el lado de las virtudes,  dejar o propiciar que predominen los vicios es sembrar la semilla de los cismas. Cuando predominan los vicios se pierde toda esperanza y confianza en los que nos rodean, el cemento que une los ladrillos  se vuelve tierra y se derrumban los edificios humanos creados. Os invito a reflexionar Hermanos, sacudámonos el polvo profano de nuestros arreos, concentrémonos en hacer realidad los postulados y principios de nuestra magna Institución, y si es preciso, afrontemos una de las más severas pruebas que nos es dable hacer como masones: Saber pedir perdón y saber perdonar por los errores cometidos. Es cuánto.

Aprender

M.·.M.·. Leonidas

Se ha dicho:

"APRENDE  de la gente que hacer y que evitar, porque es la vida ajena un maestro ejemplar".

Fuente: Catón.

He aquí un aforismo que refuerza la virtud de la prudencia, virtud que  de practicarla nos evita muchos males. Los hay que quieren aprender por si mismo solamente, pero el precio a pagar es alto. Los buenos capitanes de barco son los que guían el suyo viendo los naufragios de los demás. Importa mucho indagar el porqué de las cosas y los asuntos. Este o aquel tienen tal o cual desgracia ¿Por qué? o bien este o aquel tienen tal fortuna ¿Por qué? si logramos ubicar la causa podemos manejar nuestro destino a conveniencia. Recordemos que en la naturaleza no hay premios ni castigos, hay consecuencias.

Derechos y Obligaciones

M.·.M.·. Leonidas

Creo mis QQ.·.HH.·. que es un error pensar que cuando se trata de algún tema , todos parten del mismo  punto de vista, probadlo y veréis, proponed un tema y de inmediato veréis la cantidad de puntos de vista diferentes que se desatan. Y ya viene el científico y querrá medir y pesar el tema, vendrá el poeta que dice : “Pero es que no se dan cuanta como se inflama la mente, que los latidos de vuestro corazón aumentan y mil  caminos de imaginación  se crean”, y viene el loco y dirá, “eso que es no es”, y viene el tirano y dice :”desaparecedlo todo, lo mio es lo que vale”, y viene el liberal y dice “dejen  que cada quien”, y el religioso dirá “Dios así lo quiso”.

Como es posible, me pregunto, que con tal cantidad de diversos puntos de vista, con tan caótico mundo de pareceres y creencias, podamos vivir en convivencia.

En la historia del devenir humano ha habido y siempre habrá diferentes formas de interpretar la realidad que en su forma extrema se traduce en los opuestos del piso mosaico , sin embargo,  ya Aristóteles lo señalaba, la virtud esta en medio, y el sabio griego Solón también lo  dijo :” Meden agan (nada en extremo)” e incluso en nuestros días se aprecia el mismo enfoque en el mundanal proverbio que dice “Ni tanto que queme al santo ni tanto que no lo alumbre”.

Esto mis QQ.·.HH.·. es aceptar que hay algo de verdad en todo, es asumir una postura ecléctica, esto es, tener un modo de juzgar y obrar que adopte una postura intermedia, en vez de seguir soluciones extremas o bien definidas. Habría que recordar  que el eclecticismo es una escuela filosófica que procura conciliar las doctrinas que parecen mejores o mas verosímiles, aunque procedan de diversos sistemas.

He aquí la piedra fundamental de la tolerancia, es preciso  buscar para la sana convivencia humana , un equilibrio entre los opuestos, un estado de cosas tal que no privilegie  totalmente al individuo por un lado o a la sociedad toda vista como conjunto por el otro, la historia esta llena de ejemplos donde  se da total enfoque al individuo a despecho de la sociedad, y también hay ejemplos donde la sociedad lo es todo a despecho de los individuos, en el primer caso  encontraremos un estado de barbarie donde cada quien hace su ley, y en el segundo un totalitarismo tal que no hay cabida para el individuo a ser diferente.

Se requiere buscar y trabajar con ahinco un mínimo de derechos que permitan a cada individuo expresar su condición de tal, decía José ingenieros en su obra el hombre mediocre, “que el individuo empieza en el punto mismo donde cada uno se diferencia de los demás”, pero tambíen conviene  buscar y trabajar por establecer un mínimo de obligaciones que beneficien al grupo en su totalidad,  se ha dicho que lo que es bueno para el panal es bueno para la abeja.

Aterricemos los concepto arriba emitidos en un grupo humano, esta respetable logia por ejemplo, para que persevere en el tiempo y se desarrolle, es menester que quienes aquí estamos, sintamos que gozamos del derecho de expresarnos con libertad, de ser escuchados, de expresar nuestras respectivas únicas y singulares  formas de ser, en orden y sin caos, pero para ello es necesario que también estemos dispuestos a escuchar con respeto, a asistir con puntualidad y a cumplir también con un mínimo de deberes. ¿Puede una logia permanecer y trascender  cuando cada quien hace lo que quiere y se deja llevar por su egoísmo profano sin atender a sus deberes y juramentos? Preguntémonos a la inversa ¿Puede una logia permanecer y trascender cuando a cada quien le es prohibido ser como es o se le quite el derecho de interpretar las lecciones de la  masonería a su modo? Es preciso establecer derechos, pero tambíen obligaciones, los dos son correlativos, no se pueden separar uno del otro.

¿Que hacer para conciliar las diferencias? ¿Que hacer para sumar lo semejante? ¿Como hacerle para obtener un resultado de ganar-ganar y no uno donde haya ganadores y perdedores? Encontrar una respuesta correcta a estas preguntas es la condición sine quanon de encontrar el modo de construir templos a la virtud y cavar pozos profundos a los vicios, de construir un grupo o sociedad en armonía y equilibrio donde cada uno y todos crecen y se desarrollan en paz, conseguir esto ya es mucho decir.

Es cuanto