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domingo, 25 de noviembre de 2012

¿QUE SOMOS NOSOTROS HERMANO?


¿Qué sos vos H.·.? ¿Qué Soy Yo? ¿Qué somos nosotros H.·.? A reserva de conocer vuestra respuesta y opinión anticipo las respuestas que a mí mismo me he dado:
Somos historia genética:- Desde la noche de los tiempos, los genes de quienes nos precedieron se han mezclado de manera totalmente fortuita, al azar, en uno y miles de experimentos que la naturaleza hace, resultando finalmente en el patrón genético que hoy cada uno de nosotros tiene, por ese patrón se explican nuestras características físicas, nuestro color de ojos, estatura, pelo, nuestras enfermedades e incluso nuestro tiempo de vida. Para bien o para mal una buena parte del sino de nuestro destino lo determina nuestro patrón genético, pero no absolutamente, está en nosotros determinar, buscar, estudiar el modo, la manera de compensar nuestras debilidades y utilizar nuestras fortalezas.
Somos Historia Cultural.- Por lo que nos han enseñado en el mundo en que nacimos, por lo que hemos estudiado por nosotros mismos, por los errores y aciertos de nosotros mismos o de otros en la búsqueda de la verdad.
Somos Historia vivencial.- Por las experiencias que hemos tenido, por lo que nos ha ocurrido para bien o para mal.
Somos Historia emocional.- Hemos escrito en nuestra memoria infinidad de momentos de Ira, miedo, felicidad, tristeza por lo que nos ha pasad, emociones que nos han dado una impronta de reacción frente a lo que nos pasa.
Somos Historia de creencias.- Impuestas por terceras personas o autoimpuestas por uno mismo, creencias que nos han hecho tomar decisiones, unas veces con acierto y otras veces equivocada, escribiendo día a día las páginas de nuestras vidas.
Somos Historia de causas y efectos.- Determinados unos, aleatorios otros, adversos los unos, favorables los otros.
Creo imposible que cada sector o todos ellos, de nuestra historia personal, sea o sean igual al de otra persona, somos únicos, irrepetibles, bien decía nuestro hermano José Ingenieros: “El individuo empieza en el punto mismo donde cada uno se diferencia de los demás”, el día que nos vayamos al eterno oriente, se habrá roto el molde de que fuimos hechos, solo quedaran nuestros hechos en la memoria de quienes aun viven.
Pero, hay algo que me parece más importante, en tanto nos llega el omega de nuestras vidas, somos historia que se escribe, destino que se forja con nuestra voluntad, con nuestro aprendizaje, con actitudes y aptitudes nuevas, de hombres que se auto cincelan a sí mismos, que no somos materia y espíritu acabados, que aun teniendo errores y estando caídos en la tierra, podemos volver a levantarnos y tener la oportunidad de ser el personaje inolvidable de nosotros mismos y de quienes nos ven. Perfil del hombre masón por excelencia a mi entender, para la gloria del G.·.A.·.D.·.U.·., de la Humanidad y de este taller en particular.
Es cuánto.
 M.·.M.·. Leónidas

jueves, 13 de septiembre de 2012

Retejar



La palabra retejar tiene dos acepciones, la una profana y la otra masónica. Desde el punto de vista profano retejar se refiere a cambiar las tejas del techo de una casa, en cambio, desde el punto de vista masónico se utiliza como sinónimo de examinar.
Cuando algún masón se presenta como visitador de alguna logia para asistir a sus trabajos, entes de ser introducido  es retejado, es decir examinado.
Este acto de retejar consiste en interrogar al visitador sirviéndose de gestos y palabras secretas, con objeto de asegurarse de su cualidad masónica y de su verdadero grado; quien interroga se coloca en la parte interior del pórtico del templo y al oído pregunta las palabras de paso, secreta, del semestre etc.
De quien no reciba las respuestas adecuadas se le niega la entrada al templo.
¿Quién reteja? De acuerdo a las fuentes consultadas serian el P.·. Diac.·. y el P.·. Exp.·., aunque no se menciona el que otros no puedan hacerlo.
¿Cuál es la razón de que se emplee a palabra reteje en lugar de examinar? A mi entender, según fuentes consultadas se menciona que cuando en la antigüedad se hacían las tenidas, siempre uno de los hermanos se subía al tejado de la casa formado por tejas, para desde ahí, vigilar cuando se acercaba un intruso o detectaba peligro inminente, entonces avisaba a quienes estaban trabajando.
¿Por qué retejar? A mi modo de ver, las dos principales explicaciones serian:
a)      Evitar el que un intruso o enemigo pudiera conocer la identidad profana de los asistentes con el consecuente riesgo de perder la vida, no olvidemos que se vivían tiempos en que el libre pensamiento no tenía cabida, interpretándose otras formas de creer y las acciones consecuentes como una traición a la iglesia o amo en turno.
b)      La otra explicación  sería que al estar la masonería organizada en principio en tres grados y cada uno de ellos exigía conocimientos propios del grado con salario diferente (después se agregarían otros treinta) cada grado tenía su propio requisito de seguridad, no siendo dados a conocer sino hasta que se hubiera demostrado ser digno de ello.
Me parece que en los tiempos actuales, hasta donde yo he tenido experiencia en cuanto a visitadores se refiere, bien sea cuando vienen a nuestra logia o cuando acudimos a otra, el que en varias ocasiones se privilegia la fraternidad al reteje, es decir, se asume que es de los nuestros o quienes nos reciben piensan de igual forma, “es de los cuates” se dice, omitiéndose el reteje y cayéndose en flagrante delito al desobedecer el Landmark  número XV que establece la obligatoriedad de hacerlo, además de incurrir en una acción de imprudencia , ya que se pone en riesgo no solo el conocimiento de la identidad de los hermanos  a quienes en ciertos contextos laborales puede no convenir, sino que disminuye o anula  la fuerza del  impacto  con que aprendemos de nuestra simbología la filosofía profunda.
Las formas de reteje, se consignan en nuestras liturgias para cada uno de los grados, conocerlas y memorizarlas, constituyen la mejor credencial de identidad que podemos presentar ante nuestros QQ.·.HH.·.  De todos los OOrient.·.  Del orbe cuando nos preguntan ¿Sois Masón?
Es cuánto.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Estar en la masonería y ser Masón


El cinco de agosto pasado, cumplí siete años de haber sido iniciado en la masonería, entre ya tarde, casi a los sesenta años de edad profana, logre cumplir ese día y ese mes del año 2005, un sueño largamente acariciado desde mi adolescencia y que por motivos varios que no vienen al caso, no había podido cumplir.
Desde hace siete años vengo trabajando con dificultad la piedra bruta de mi persona, avanzando con lentitud, mucha lentitud, de las penumbras de occidente a la luz de oriente, lejos estoy aun de considerarme piedra cúbica de la humanidad presente.
En estos siete años, en cosas de ver y andar, he sido testigo de algunas cosas y circunstancias que han ocurrido en este mi nuevo mundo de la masonería, que en realidad no difiere en mucho de lo que en el mundo profano había vivido.
En efecto, he presenciado en primera fila la conducta de algunos de mis hermanos, afortunadamente son los menos, conducta que en nada tendrían que envidiar los más bribones del mundo profano. He visto la soberbia en todo su apogeo, la ambición, la traición,  el robo, la hipocresía, he visto hacer juramentos de diversa índole y los he visto abjurar tiempo después, he visto  falta de respeto,  imprudencia, he visto también a hermanos estar poseídos de vicios que hicieron comentar a alguien del mundo profano cuando alguna vez acudió a una tenida blanca y pregunto que se hacía en la masonería, una vez contestada su pregunta dijo: ”Pues yo lo que veo es que hacen pozos a la virtud y catedrales al vicio”. La circunstancia que dio pie a ese comentario lo fue el ver que algunos hermanos ya no se podían ni estar en pie por la pólvora consumida y el ambiente estaba que se podía cortar por el humo del cigarro.
¿Cómo? Me preguntaba, ¿Cómo es posible que se digan masones? ¿Por qué están aquí? Lo que pasa, me dicen:”Es que aun tienen en su persona “polvos del mundo profano”. ¿Polvos? , yo pensaba que eran verdaderas estatuas de tierra profana. Y también me cuestione, parafraseando a Platón:” ¿Tendré yo acaso los mismos defectos que critico, o alguno que desconozca? Horror de horrores darme cuenta que yo también podría tener a los ojos de los demás uno o más defectos que yo mismo desconociera.
Pero también he visto en primera fila la conducta de otros hermanos, afortunadamente los mas, son adalides de la virtud, se muestran generosos, comprensivos, prudentes, son de trato fino, como de dama, diligentes, trabajadores, discretos, respetuosos, fieles a su palabra, a sus compromisos, humildes, escuchan con profundidad de interés, son prontos a ayudar, de aconsejar si así se les pide, no antes, lejos están de ser egoístamente protagonistas, manejan el nosotros mucho mejor que el yo.
¿Cómo? También me pregunto, ¿Cómo le hacen para ser así? No tienen polvos profanos, se ven inmaculadamente virtuosos, invitan con su conducta a seguir su ejemplo, muestran con su forma de ser, el cemento que se requiere para unir, no para separar, haciendo que en lo más profundo de nosotros se active un vivo deseo de ser igual, que en lo más recóndito de nuestras almas vibre el eco de un grito que partió de sí mismo: ¡Yo quiero ser así!
Hasta aquí vemos que se cumple , lo que en simbólico mensaje nos muestra el piso mosaico, el mundo de los opuestos, lo negro y lo blanco, el día y la noche, y para ser más específicos la virtud y el vicio.
No puede ser de otra manera, nuestros templos que representan al universo, todo lo tienen, todo está incluido, ahí estamos, entre los muros que circundan nuestra logia, nuestro templo, lo negro y lo blanco, el vicio y la virtud, lo joven y lo viejo, el enfermo y el sano, el pobre y el rico, y que se yo, quien sabe cuantas más polaridades habrá, y si muros no hubiera y se hiciera la misma apreciación en una perspectiva mundial sería lo mismo. La diversidad, pues, con todos sus vivos y ostensibles contrastes.
Luego entonces ¿Dónde estamos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? , ¿Qué somos? ¿Qué fuimos? ¿Qué seremos?, pobre del Hombre dice la voz anónima:“Nacer no pide, vivir no sabe, morir no quiere”.
En varias ocasiones me ha ocurrido, cuando voy a caminar al parque que cerca de mi casa está, cuando ya pardea la tarde, cuando los últimos rayos del astro sol, dan al ambiente una tonalidad dorada, de tibieza y tranquilidad, cuando se aquieta dentro de mí el frenesí de pensamientos varios, inherentes al mundo profano (con su ansiedad añadida), en ese momento QQ.·.HH.·. Cuando estoy sentado en una banca al pie de un árbol, es que acuden a mi memoria, las frases que todos hemos leído u oído en nuestras tenidas  no una sino varias veces, las menciono como me vienen, sin un orden expreso: “La masonería es el estudio de la filosofía y en especial de la moral para conocer las virtudes y practicarlas”, “Ayudad al Hermano”, “Sed pues prudentes  diligentes, moderados y discretos”, “ Uno para todos, todos para uno”, “Representa nuestro estado de imperfección por los vicios y la ignorancia, piedra que debemos trabajar constantemente a fin de alcanzar la virtud y la instrucción (aludiendo al significado de la  piedra Bruta)”, “Haced bien a todos”,  “No olvidéis los deberes que tantas veces habéis jurado en esta Logia”, “Que nos una la fraternidad eternamente”, “Juremos tolerancia y amor a nuestros semejantes”, “Protección y socorro a nuestros QQ.·.HH.·.”, “Juremos secreto cumplido a nuestros trabajos”, “Ayudadme a formar la cadena de unión”, “En bien general de la orden , de la humanidad y de este taller en particular”, “ Sed constantes y fieles con vuestras amistades”, “Defender la inocencia, la verdad y la virtud”, “Corregir las faltas con suavidad” y como estas , otras muchas más, frases   que en apariencia son sencillas, sin mayor  trascendencia, pero que en realidad esconden  trepidante mensaje de filosofía profunda, despertándose una sensación subjetiva que indica que por ahí está el camino.
De pronto, me doy cuenta de la diferencia, estar en la masonería es tan solo tener la oportunidad de conocer una forma de ver y vivir una filosofía humanista, libre de ignorancia, llena de virtudes, pero estar en la masonería no lo hace a uno masón, ser masón es otra cosa, tengo para mí que ser masón es asumir en el contexto de la filosofía masónica, la responsabilidad de elegir con libertad el camino de la virtud, elegir un nuevo tipo de actitud, diferente al que se tenía, tener la actitud de ser incluyente, tolerante, responsable, trabajador, discreto, prudente, fiel, honesto, paciente, humilde, justo, respetuoso. Sin prisa y sin pausa, seguir su propio camino, absteniéndose de criticar o enjuiciar los actos ajenos, sabe, como decía Séneca:”La primera virtud es refrenar la lengua, se es casi un Dios cuanto teniendo la verdad se abstiene de decirla”,   se olvidan de exigir a los demás y se exigen más a sí mismos. Una actitud con estas creencias, genera actos, (y no olvidemos que son precisamente nuestros actos los que nos definen) que marcan la diferencia, entre la civilización y la barbarie, que condicionan un devenir social más amigable, más justo, donde se privilegia el humanismo sobre el materialismo.
Desde luego que asumir una actitud como la antes dicha, no es un asunto grupal, ni mucho menos trivial, es una tarea exclusivamente personal, intransferible; seguir el camino de la congruencia entre los valores masónicos y nuestros actos, es una labor propia de titanes, es uno de los más grandes retos que voluntad humana alguna puede afrentar, por esa razón “son muchos los llamados, pocos los elegidos”.
Pienso yo, en los contextos anteriormente citados, que no hay que olvidar, que no importa cuán grave sea una situación, un problema, una circunstancia, un verdadero masón sabe que el con su conducta marca la diferencia, que se pone del lado de la solución, no del problema, que pertenece a la clase de hombres que hace que las cosas pasen, para bien general de la orden, de la humanidad y de su taller en particular.
Es cuánto.
  M.·.M.·. Leonidas

miércoles, 9 de mayo de 2012

CAJA DE HERRAMIENTAS PARA LA VIDA


La otra tarde, cuando utilice mi caja de herramientas para realizar unas composturas sencillas en la casa, cuando termine el trabajo, vi con satisfacción, que si no hubiera tenido lo necesario, no hubiera habido forma de hacer la reparación, vi mi caja con un cierto brillo, como si estuviera satisfecha de haberme servido , ahí estaban las pinzas, el destornillador, el martillo, en fin todo lo necesario para afrontar y resolver los problemas propios de mi vivienda. Me acorde de mi botiquín de primeros auxilios, donde también tengo lo necesario para cuando tenga las molestias comunes que a todos nos aquejan y que, afortunadamente por ese día no tenia. Entonces QQ.·.HH.·. Por asociación de ideas, me vino a la mente, una pregunta: ¿Sería posible diseñar una caja de herramientas que sirviera para utilizarla durante la vida? Todos sabemos que entre el alfa y el omega de nuestras vidas, es decir, en el intervalo entre el momento en que nacemos y el momento en que morimos, hay un espacio de tiempo, que visto desde la inmensidad del universo es un espacio mínimo, pero en visión personal es lo suficientemente largo para acumular experiencias de todo tipo. Se ha dicho que este espacio que habitamos y vivimos es un valle de lágrimas, como si todo el tiempo estuviéramos viviendo experiencias nocivas, tristes, sufrimiento etc. En suma que vivimos un infierno, reflexionando sobre mí mismo, acepte que en efecto he tenido malas experiencias, pero también las he tenido buenas, muy buenas por cierto y creo que lo mismo ha de ocurrir con vosotros. Ahora bien, estas experiencias, me pregunte ¿Han ocurrido porque están predeterminadas? ¿O ha ocurrido porque así lo decidimos nosotros? ¿Es posible actuar de tal manera que si no eliminamos las situaciones adversas, al menos las disminuyamos y el saldo al final de la vida sea a favor de las experiencias buenas? Si a final de cuentas todo está predeterminado, entonces estamos ante una actitud egoísta, sádica de una divinidad que nos ha hecho para su divertimiento, pero si ocurriera que tenemos la oportunidad de elegir y construir nuestro destino, con el uso de nuestra razón (blasón de la humanidad), entonces abría la posibilidad de disminuir nuestros pesares. En ese orden de ideas ¿Qué conductas o actitudes son deseables o convenientes tener, que pudiéramos identificarlas y juntarlas todas en lo que sería nuestra caja de “herramientas” para la vida? Haciendo reflexión y análisis de lo que a mí me ha pasado y el porque me sucedió, he llegado a la conclusión de que siempre existe una muy buena explicación de por qué ocurrieron y que es posible elegir las conductas (entiéndase herramientas) necesarias para que las situaciones y experiencias buenas prevalezcan sobre las malas. Se mis QQ.·.HH.·. Que corro el gran riesgo de caer en una visión muy simplista de algo muy complejo y ya preveo los nubarrones de crítica mordaz de quienes me escuchen, porque así funciona la naturaleza humana, pero al menos me doy la oportunidad de filosofar y darle a mi razón, a mi corazón y a mi inteligencia algo que atempere la inquietud que manifiestan. Pues que, ¿No acaso la masonería es el estudio de la filosofía y la filosofía está hecha de filosofar?, ¿No acaso se ha dicho que filosofía es el amor a la verdad?, pues bien, estoy buscando la verdad acerca de las interrogantes que planteo. Os doy la lista de lo que para mi serian las herramientas deseables, no están en orden de importancia y tampoco es una lista exhaustiva, os invito a reflexionarla y debatirlas o incluso a que aporten lo vuestro. Bien decía Francis Bacon: “Las inteligencias son como los espejos, hay que frotarlas para que tengan brillo”.
He aquí la lista:
  • ·     Aprender algo nuevo cada dia, no dejar que por la noche nuestros ojos se cierren y nos entreguemos a Morfeo, sin antes reflexionar lo que hemos aprendido, de nuestros errores, de los errores ajenos, de lo que desconocíamos, de lo que otros saben o hacen, porque siempre habrá alguien que sepa algo que no conocemos y de ellos podemos aprender.
  • ·         Dejar ser a nuestros semejantes. Si nosotros nos otorgamos el derecho de pensar, desear, tener y actuar a nuestro criterio y gusto, ¿Por qué negarles a los demás el mismo derecho? La única limitación para esta herramienta es cuando la acción va en perjuicio del prójimo.
  • ·         Respetar lo ajeno, lo que no es nuestro, en ideas, cosas, personas y emociones, posiblemente no nos guste cuando de otras personas se trate, pero es la única manera de exigir el derecho de que respeten lo nuestro.
  • ·         Crear buenos hábitos, se dice que el hábito es una conducta automatizada, cuesta poco y no se olvida, si bien el hábito escapa a la razón, con la razón podemos crea hábitos buenos, sobre todo en el orden de la salud, la convivencia y la economía.
  • ·         Evitar hacernos de enemigos, un enemigo es suficiente, en general el enemigo es el único que piensa en nosotros todo el dia, para ver como nos perjudica, como interfiere con nuestros planes y en fin como salvar su sed de venganza.
  • ·         Soñar, imaginar, pero que el sueño no se vuelva nuestro Rey como bien decía nuestro Q.·.H.·. Rudyard Kipling, todo lo que el Hombre ha creado estuvo primero en su mente, no es posible la acción si no se carga antes con un proyecto, con un plan, sin estos la acción resulta un vano esfuerzo.
  • ·         Actuar, actuar siempre, con perseverancia, pagar con la moneda del esfuerzo y la voluntad lo que queremos hacer, ser o tener, nada ocurre si no se actúa, los sueños en eso quedan. Actuar para disminuir nuestras debilidades, para reforzar o aumentar nuestras fortalezas, respetar y cumplir nuestras promesas y juramentos, so pena de caer en el descredito y perder la honra, actuar siempre con un propósito definido, “el que a nada apunta a nada a tina” dice el refrán. Actuar con equilibrio, manteniendo el control sobre las cosas y no que ellas nos controlen a nosotros.
  • ·         Ser discreto. Evitar las burlas , las críticas y las murmuraciones. En la Historia de los aconteceres humanos, mucha sangre ha corrido y mucha armonía, amistad y confianza se han roto por no haberse ejercido la discreción. De mi arcón de proverbios rescato los siguientes: “El que ofende , escribe en arena, el que es ofendido escribe en acero”, “Opinión no pedida, opinión mal recibida” y “El límite de la sabiduría es el silencio”. No utilizar esta “herramienta”, parece ser el camino más corto para hacerse de enemigos , y sobre los enemigos ya he hablado.
  • ·        No permitir, evitar hasta donde sea posible caer en manos de la ira, la ira es veneno que se vierte mas sobre el que se enoja que sobre quien la recibe y si al final de cuentas la ira se posesiona de uno , (“Esa locura pasajera” que diría Platón), abstenerse de actuar hasta que pase, las peores consecuencias han ocurrido siempre que a nuestros actos los domina la ira.
  • ·        Cooperar, ayudar al prójimo en sus anhelos, en sus trabajos, renunciar a parte de nuestro tiempo personal para dedicarlo a sumar esfuerzos en metas ajenas, ¿Qué tanto es donar una hora o incluso hasta el diez por ciento de nuestra vida vigil?, la colaboración es cemento que une amistades, construye confianzas, despierta esperanzas y hace renacer la fe en y entre nosotros los humanos. Pero se hace necesario acotar el uso de esta herramienta, se trata de colaborar y ayudar, no de sustituir, pienso que todos tenemos la obligación de ocuparnos de nuestras vidas y no ser carga para los demás, única excepción a este acotamiento lo serian las personas que por causas ajenas a su voluntad están desposeídas de su capacidad de pensar o actuar.
  • ·         Ser agradecidos, esta “herramienta” es consecuencia de la anterior, la gente malagradecida (dice la conseja popular) es tan ruin que ni siquiera en el infierno son aceptados,  asumir esta postura es creer que somos el ombligo del mundo, que la gente está obligada a servirnos, es el culmen de la egolatría y la arrogancia. Ser malagradecido es veneno que destruye el afán de cooperar, la fe y la confianza.
  • ·         Ser ordenados, mil asuntos se han perdido, mil pesares  han ocurrido, por no tener al punto lo necesario, ser ordenado ahorra tiempo, dinero y esfuerzo. El primer precio que la vida ofrece siempre es el más barato, las segundas oportunidades son más caras.
  • ·         Ejercer siempre el beneficio de la duda, ya he dicho lo útil que resulta aprender algo nuevo, pero ese nuevo conocimiento debe ser cierto, pienso es preciso separar el trigo de la paja, preguntar, reflexionar, analizar, concluir. La ignorancia ha sido generadora de muchas desdichas. Hay que observar, escuchar, callar, juzgar poco, preguntar mucho.
  • ·         Practicar la prudencia, que en esencia no es otra cosa sino el sopesar los pros y los contras de las acciones, de manera que los costos de nuestras acciones no impliquen sufrimiento o pérdida. Hay que tener en mente que todas nuestras conductas acarrean consecuencias.
  • ·        Ser uno mismo, no copia de los demás, ser “luz de sol y no reflejo de planeta” como diría nuestro Q.·.H.·. José Ingenieros, es preciso ser total y absolutamente honesto con uno mismo, saber mis debilidades y fortalezas, saber con certeza mis propios límites, para saber cuándo actuar por sí mismo y cuando pedir ayuda, cuando aprender y cuando desaprender, para esto es preciso ponerse a prueba: ¿Creo que puedo correr los cien metros en un minuto? Hacerlo, ¿Creo que puedo hablar en público? Para luego es tarde, ¿Aprender un idioma? ¿Construir un mueble? Adelante, mil retos me esperan, ¿Qué he tenido un contratiempo? ¡Aleluya! Que brillante oportunidad para aprender, bien decía Charles Dickens:” Cada fracaso enseña al Hombre algo que necesitaba aprender”, o al menos ya se una de mis debilidades. ¿Qué he tenido éxito en mis empeños? ¡Aleluya! También, pues ya se que acciones dan resultado y son fortaleza mía. Pienso que el camino de crecer y conocerse es único, personal e intransferible, solo a uno le cabe la responsabilidad de construirse y someter su destino a la soberanía de su razón, que nadie venga a decirme como hay que vivir, en que hay que creer, o que me imponga sus sueños, solo a uno le compete ese derecho, a uno mismo, soy el amigo más cercano a quien aproximarme y quien mejor puedo dar respuesta a mis inquietudes, porque nadie nos conoce tanto como nosotros mismos. Si uso esta “herramienta” seré auténtico, conmigo mismo y con los demás.
Es cuánto.



viernes, 13 de abril de 2012

Para ejercer la tolerancia

Podría asegurar mis QQ.·.HH.·. que habréis presenciado alguna vez, cuando dos o más personas inician una conversación, sobre cualquier tema, se observa que inicialmente hay frases breves, de tono emocional neutro, participando los interlocutores de forma pausada, hablando a uno por vez, alguna pregunta va, alguna respuesta viene, sin embargo a medida que transcurre el tiempo se aprecia que van cambiando las características del dialogo, ahora se comienza a hablar con más intensidad de voz, el tono emocional va subiendo, los interlocutores ahora no esperan a que el otro termine , se arrebatan la palabra unos a otros, tal vez algunos del grupo callen, pero al menos en dos de ellos se concentra la intensidad del drama que está ocurriendo, la conversación, el dialogo, se ha interrumpido, ahora predominan los monólogos simultáneos, ambos hablando, ambos reacios a escuchar al otro, la emoción sube de tono, ahora ya no solo se manifiesta con voz de intensidad alta, ahora se aprecia que los rostros se congestionan, unos enrojecen, otros se tornan pálidos, el movimiento de las manos se aviva , dedos índice señaladores, puños cerrados, respiraciones agitadas, para finalmente terminar la función en el mejor de los casos con al menos dos personas, que a partir de entonces ya no se verán igual, se sentirán ofendidos, habrá rencores y resentimientos, ¿Qué ha ocurrido? Lo que inicialmente era armonía se volvió caos, lo que inicialmente era concordia se volvió discordia, hemos presenciado un caso típico de intolerancia, de ese modo se cocinan las guerras, las divisiones, ¡Que curiosa manera de ser son estos entes! diría un observador extraterrestre imparcial, perteneciendo a la misma especie, se dan trato cual si no lo fueran, ¿Por qué ocurre eso? Ha faltado la capacidad de tolerancia, esta es una virtud difícil de practicar, sin ella no hay sociabilidad, unión ni confianza entre los hombres, con ella reina la paz y la fraternidad, se multiplica las amistades particulares, es la cualidad esencial del verdadero filántropo. ¿Cuál es la razón por la cual no se da la tolerancia? ¿ cómo es que la intolerancia ocurre aun entre personas con elevada inteligencia y cultura? Expongo a continuación algunas posibles explicaciones:

Goleman (1) explica que en los seres humanos, el cerebro se ha desarrollado de tal forma que existen y se han identificado dos circuitos neuronales, que para simplificar llamaremos alto y bajo, en el primero predomina la actividad de los lóbulos frontales, lugar donde asienta la inteligencia, el conocimiento , la lógica etc, y el segundo incluye una estructura denominada amígdala, que constituye el cerebro primitivo donde asientan las emociones, de las cuales el miedo es una fundamental, en esta estructura se graban todas aquellas experiencias desagradables o que ponen en peligro la vida, cuando a través de nuestros órganos de los sentidos percibimos cualquier fenómeno , el circuito neuronal de la amígdala lo registra primero, máxime si la experiencia es desagradable, y es esta, la amígdala la que se encarga de desencadenar una serie de reacciones hormonales y neurológicas de defensa o huida, gracias a este mecanismo rápido el hombre ha podido sobrevivir cuando en verdad está amenazado, el circuito neuronal alto o de los lóbulos frontales es más lento, al registrar lo observado procesa analíticamente que pasa, da congruencia y coherencia a lo percibido, eligiendo la conducta más conveniente, En este orden de ideas, si al ir caminando por un jardín una manguera enrollada, de color verde que parecería ser una serpiente, la función de la amígdala haría que automáticamente pegáramos un gran salto, para evitar el peligro, aunque después nos diéramos cuenta que era tan solo una manguera, pero para fines prácticos la amígdala ha cumplido bien su función, porque si de verdad hubiera sido una serpiente en lo que lo pensábamos ya hubiéramos sido mordidos, pero trasladémonos a otro escenario, por ejemplo cuando estamos frente a una persona con cara de pocos amigos, gestos de enojo, vociferante, la amígdala reconoce inmediatamente esto, y responde como está diseñada, actuamos emocionalmente. Con miedo, ira,, pero aquí viene lo interesante, si hacemos funcionar el circuito del lóbulo frontal , nos lleva a varias consideraciones ¿Qué está pasando? ¿Por qué esta así esta persona? ¿Que es lo que conviene hacer? previas deliberaciones y reflexiones, estaremos en condiciones de elegir la conducta más conveniente. A esta capacidad de contener la acción de la amígdala y preponderar la función de los lóbulos frontales, Goleman la denomina inteligencia social, que es muy distinta de la inteligencia que convencionalmente aceptamos y es, a mi manera de ver, un prerrequisito para practicar la tolerancia. En asuntos humanos, no dejemos pues que nos gane la amígdala, cuando nos sintamos poseídos por la emoción es ella la que está hablando, será tiempo de usar el circuito neuronal alto.

Hay otro elemento, que vale la pena considerar en este asunto de entender cómo puede dar lugar la tolerancia, se trata de lo que en la filosofía oriental (2) se denomina apego, se ha identificado que la fuerza con que retenemos nuestras creencias determina en mucho la rigidez o flexibilidad de nuestro pensamiento, de tal manera que si estamos aferrados a una idea con titánica fuerza, será difícil aceptar nuevas ideas, desprendernos de nuestra idea, nos volvemos fanáticos, fundamentalistas, por otro lado si manejamos el apego con ligereza, podemos intercambiar ideas dentro de nosotros mismos, sin sentir por ello que estamos perdidos. Estamos en posición de poder usar nuestra razón de manera más eficiente,

Derivado de lo anterior, si logramos manejar con soltura el desapego, al ejercerlo nos volvemos racionalistas.

Aquí anoto algunas observaciones que hacia Karl Popper, filosofo ingles ya fallecido (3): “Un racionalista es sencillamente un hombre que concede más valor a aprender que ha llevar razón, que está dispuesto a aprender de otros, no aceptando simplemente la opinión ajena, sino dejando criticar de buen grado sus ideas por otras y criticando gustoso las ideas de los demás” (….)”El verdadero racionalista no cree que el mismo o cualquier otro este en posición de la verdad” (…) “Solo la discusión critica puede ayudarnos a separar el grano de la paja en el terreno de las ideas” (…) “El verdadero racionalista nunca quiere convencer” (…) “es siempre consciente de que se puede equivocar”.

Supongo debe haber más enfoques a considerar para evaluar cómo y porque actuamos los seres humanos de una determinada manera, y como podemos dar nos la oportunidad de desarrollar la tolerancia, básteme decir dos cosas más para concluir, la primera es que si estáis en una discusión donde la amígdala ha tomado lugar, habría que recordar la máxima que dice “La mejor manera de ganar una discusión es evitándola” y por otra parte recordar las consecuencias, cito aquí los dicho por José Hernández en su poema de Martin Fierro:” Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos pelean los devoran los de afuera”.

Es cuanto mis QQ\HH\ todos.

Bibliografia

  1. Goleman, Daniel: Inteligencia social. Ed. Planeta Mexicana S.A. de C.V. 2006.
  2. Acharya Shri Mahaprajna: El arte del pensamiento positivo. Ed. Prana
  3. Popper, Karl:La responsabilidad de vivir. Escritos sobre política, historia y conocimiento. Ed. Paidos 1995. Barcelona, España.

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