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viernes, 13 de abril de 2012

El Masón ante la divinidad

Para analizar la frase que titula este trazado, paréceme necesario aplicar la estrategia que propone Kant de dividir el todo en partes y de esta manera facilitarnos el uso de la razón.

Empezaríamos por evaluar el concepto de divinidad. Se ha escrito (1) que la divinidad se refiere “a la naturaleza divina y esencia del ser de Dios en cuanto Dios” y que (1) “Dios es el ser supremo que en las religiones monoteístas es considerado el hacedor del universo”. Estas definiciones están incluidas en el concepto de teísmo, es decir “la creencia en un solo Dios personal y providente, creador y conservador del mundo” (1). En el otro extremo del eje, se encuentra el ateísmo, donde sus adeptos, los ateos niegan la existencia de Dios.

De éste eje Teísmo-Ateísmo, se derivan múltiples interpretaciones, con respecto a Dios o la Divinidad y diferentes religiones.

Hubo una época en la historia de la Humanidad, en que existía el politeísmo, es decir la creencia en varios Dioses, tantos como fenómenos inexplicables había, cada quién era libre de creer en el Dios que quisiera y no había exclusión de los unos de los otros.

Situación diferente caracteriza al monoteísmo, de la cual las religiones judaica, cristiana y mahometana son sus principales exponentes, siendo todas ellas excluyentes entre si y son a mi juicio razón y causa de la mayor parte de las guerras que registra la Historia, todas ellas en nombre de Dios.

Dentro del teísmo existe una doctrina denominada Deísmo que reconoce a Dios como autor de la naturaleza pero sin admitir revelación ni culto externo.

Sin embargo las religiones monoteístas antes mencionadas, si admiten revelaciones y culto externo, y sus sacerdotes o representantes se postulan o se muestran como intermediarios entre la divinidad y el común de los Hombres.

Escapa a los límites de este trazado, evaluar los argumentos en pro y en contra de la existencia de Dios, baste agregar que existe una tercera postura filosófica que es el agnosticismo cuyos seguidores o agnóstico se declaran imposibilitados para razonar sobre cuestiones divinas.

Hasta aquí las anotaciones con respecto a la divinidad.

Ahora hablemos del masón, del cual se dice (1) “ el que pertenece a la masonería” siendo esta “Una asociación universal, filosófica, reformista y filantrópica de personas que profesan los principios de la fraternidad” (1) .

¿Es la masonería una religión de la cual el masón toma conceptos relacionados con la divinidad? La respuesta es un categórico NO, de hecho, Anderson (citado por Wirth (2) “al publicar el libro de las constituciones declaraba que su intensión era dejar a los Hombres en absoluta libertad tocante a sus opiniones tanto religiosas como políticas”.

La masonería dice Wirth: “deja campo abierto a todas las discusiones y se abstiene de pronunciarse sobre ninguna determinada, hijas todas de la humana curiosidad”.

La masonería no es ninguna religión, pero en su seno tienen cabida todos los Hombres que quieran con independencia de su religión.

La masonería nos dice con respecto a la verdad, (cito a Wirth de nuevo): “ Buscad, profundizad, trabajad, removed el terreno”…”buscando la verdad es cuando comprendemos que se nos escapa y entonces aprendemos a tener indulgencia con los errores de los demás, absteniéndonos de condenar practicando la tolerancia”…”la tolerancia no es más que la obligada cortesía con respecto a quienes opinan de distinto modo ¿Con que derecho vamos a decir que se equivocan ellos y nosotros no? ¿Es que pretendemos poseer un criterio infalible para discernir lo verdadero de lo falso?...” En la masonería no se pretende enseñar a los Hombres lo que deben creer” y si hay opiniones contrarias “..Que nos importa…. Si de antemano queda bien sentado que nada sabemos en definitiva y que nadie puede eregirse en juez de las convicciones ajenas”.

En la masonería no se imponen dogmas de ningún tipo, ni en religión ni en cualquier otro aspecto del conocimiento y al hablar “procuremos más bien provocar la reflexión en lugar de convencer a toda costa. Esta es la sana tradición iniciática” (2).

Paréceme que después de considerar las reflexiones anteriormente citadas, al masón le compete con respecto a la divinidad o Dios, la total y absoluta libertad y responsabilidad de hacerse las consideraciones, reflexiones y juicios que considere pertinente en función de su cultura, inteligencia y razón, actuando en consecuencia, pero absteniéndose siempre de imponer sus creencias personales a los demás.

Es cuánto.

Bibliografia:

  1. Diccionario de la Real Academia Española. Edición 22. (2001)
  2. Wirth, Oswald: La iniciación masónica o el ideal iniciático. Ed. Valle de México.

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