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lunes, 2 de abril de 2012

Los caballos

De ver y andar, me encontré una metáfora atribuida a Platón que consigno a continuación: “El hombre es una auriga (Hombre que en las antiguas Grecia y Roma gobernaba los caballos de los carros en las carreras de circo) que conduce un carro tirado por dos briosos caballos: El placer y el deber. El arte del auriga consiste en templar la fogosidad del corcel negro (placer) y acompasarlo con el blanco (deber) para correr sin perder el equilibrio”.

A reserva de confirmar si tal metáfora existe en las obras de Platón, me pareció interesante aplicarla para reflexionar y tratar de entender la conducta de los seres humanos.

En la línea de pensamiento que plantea la metáfora, podríamos imaginarnos a una persona que se encuentra en un banquete, al cual se le ofrecen diversas viandas y platillos, las cuales acepta, empezando a comer de todo, sin control y sin medida, le gusta degustar cuanto se le pone enfrente, parece no haber nada por su parte que lo detenga, a menos tal vez que se le deje de ofrecer lo que con tanto gusto devora.

En ese escenario mis QQ.·. HH.·. , ¿No diríamos (para aplicar la metáfora de Platón) que este sería un claro ejemplo de caballo negro desbocado? , vemos que no asoma en esta conducta nada parecido a prudencia y tope de sus acciones, no hay reflexión de hasta donde conviene hacer o no hacer lo que con su conducta está demostrando, aptitudes que estarían representadas por el caballo blanco que en este ejemplo se encuentra rebasado por el otro.

En otro escenario vemos que otra persona bebe alcohol sin límite o medida. ¿No diríamos lo mismo?

Derivado de lo anterior ¿Acaso no podríamos concluir que toda actividad en exceso, que rompa el equilibrio y domine al sujeto ejecutante que va más allá de lo que la sana razón dicta lo vuelve esclavo de sus pasiones?

¿Podríamos decir que el caballo negro representa el vicio y el blanco la virtud?

Ahora examinemos la simbología del caballo blanco, si una persona desarrolla una conducta apegada exclusivamente a la razón, la lógica, lo que conviene o no hacer y se olvida o no puede incorporar placer que le permita disfrutar de la vida y sus contingencias ¿No estaríamos ante un exceso de virtud? ¿No sería lo mismo? Un hombre totalmente racional pero libre de todo tipo de emoción. Esta vez estaríamos ante un caballo blanco desbocado.

De lo anteriormente expuesto, cabria considerar como conclusión que lo importante es el equilibrio de ambas fuerzas. Lo dijo Aristóteles: “La virtud esta en medio” y lo dijo también Solón, uno de los siete sabios de Grecia “Meden Agan” (Nada en exceso).

Hoy se sabe que esos dos caballos están representados en nuestro cerebro por el sistema límbico o cerebro primitivo y el lóbulo frontal.

En el primero asientan las emociones y el placer, en el segundo se desarrolla la lógica, la reflexión, el análisis.

Desde el punto de vista de la evolución el lóbulo frontal tarda más en desarrollarse, esa sería la razón por la cual los adolescentes son más propensos a hacer las cosas con impulso y sin prudencia y el adulto subordina su conducta al análisis y la reflexión.

En suma tenemos aquí, caballo blanco contra caballo negro, se cumple la ley de las polaridades o el dualismo, la ´tesis y la antítesis, que tan bien nos señala el símbolo del piso mosaico de nuestra logia, pero hay algo mas , el concepto de equilibrio , que sería la síntesis, y con el cual se completa y cierra el ternario .

¿Quién es el responsable de ese equilibrio? Pienso que el responsable de ese equilibrio personal, corresponde a cada uno de nosotros, solo a nosotros nos compete buscarlo, nadie más puede hacerlo por nosotros puesto que cada quien, es quien más se conoce a sí mismo.

Es al Hombre o el Auriga para seguir la línea de planteamiento de Platón, a quien le corresponde buscar el equilibrio.

Habrá que analizar nuestros impulsos, nuestras emociones, el pro y el contra de cada cosa , la reflexión continua, nuestros sueños, nuestras aspiraciones para finalmente concluir lo que equilibra, lo que es mejor para todos y para cada uno, en masonería trabajamos en ello.

Es cuánto.

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